Noticias VIH

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15 dic 2010

Afirma experto infectólogo Henry Balaguer CONTRAER SIDA NO ES UNA SENTENCIA DE MUERTE

El infectólogo Henry Balaguer visitó Costa Rica para dar una charla sobre los avances de los tratamientos contra el sida y cómo han permitido aumentar la esperanza de vida de un paciente positivo hasta los 38 años, con la misma calidad de vida que cualquier otra persona.

El experto infectólogo Henry Balaguer visitó Costa Rica para ofrecer una conferencia sobre los mitos frente al VIH Sida y los avances en el tratamiento. Asegura que una persona contagiada con el virus puede vivir hasta 38 años con la misma normalidad que cualquier otra.
Sostiene que hoy el virus, a diferencia de cómo se veía hace 10 años, no se debe considerar una sentencia de muerte, sino una enfermedad crónica como la diabétes o la hipertensión, y la sociedad debe ir aprendiendo a verla así, para no discriminar a quienes la contraen, que no lo hacen por gusto, sino por diferentes situaciones.

¿Un enfermo de sida debe prepararse para morir?
- El VIH no es una sentencia de muerte, se puede prevenir la adquisición de la infección aún después de una relación riesgosa, pero además, se puede tratar a la persona que se infecta, de tal modo que hoy el VIH es una enfermedad crónica como la hipertensión o la diabetes, y a veces más fácil y manejable, porque una persona —por ejemplo— con problemas de riñón que requiere diálisis, tiene más dificultades que una persona que vive con sida. Tener VIH hoy es una fortuna comparado con hace 10 años cuando no había tratamientos, hoy el tratamiento disminuye la mortalidad de la persona y mejora la calidad de vida.

¿Hay alguna cura definitiva?
- Sólo hay una ventana durante los dos primeros días que una persona ha adquirido la infección. Si la persona sabe que ha estado expuesta, puede buscar tratamiento para prevenir adquirir la enfermedad de por vida, es un tiempo de oro, si alguien supo que se infectó porque el compañero le dijo o se dio cuenta, lo primero que debe hacer es ir donde el infectologo o a emergencias y pedir que le den el tratamiento de un mes para el sida, y que le hagan la prueba del VIH. Eso se ha visto que impide que una persona desarrolle la enfermedad.

¿Hay casos en que se ha logrado?
- Los casos en que se notó primero fueron las personas que por atender a personas infectadas quedaban en contacto con sangre en sus manos, por ejemplo, los cirujanos, mientras estaban abriendo la piel se cortaban la mano, se rompía la barrera mecánica y se pasaba la infección, tratando esas personas se vio que no progresaba el virus, por eso existe la profilaxis para la infección del VIH que pasa en los primeros 3 días.

¿Se aplica en Costa Rica?
- Es una recomendación universal, así que imagino que es aceptada en todas partes porque es ni más ni menos que, una posibilidad de prevenir la propagación de la infección. Esa misma idea se aplica en los niños recién nacidos de madres infectadas que no han recibido tratamiento para VIH, si ellos reciben el tratamiento al momento del parto y en las 6 primeras semanas, pueden prevenir la adquisición del virus y es muy barato. Y el Gobierno acá provee los tratamientos a todas las personas.

¿Realmente funcionan los medicamentos para el sida?
- Los medicamentos son excelentes porque han convertido la enfermedad en crónica, sin embargo, hay un medicamento fantástico, muy barato, y sin efectos secundarios, que es el soporte familiar. Hay estudios que han mostrado que cuando las personas con VIH tienen soporte familiar el estrés disminuye, y esto incrementa las defensas del organismo. El tratamiento para el VIH mata los virus y aumenta las defensas del organismo, una persona sin estrés aumenta sus defensas. Las familias pueden dar una gran ayuda.

El VIH no debe matar, en Costa Rica todos los infectados tienen derecho al tratamiento, cuando una persona se muere debe preguntarse porque la persona murió si fue que no recibió el tratamiento a tiempo, no quiso tratarse o si el servicio de atención a esa persona no fue el más apropiado. Aún aquí se muere gente con sida.

¿Con el tratamiento, cuánto tiempo puede vivir?
- Hoy se estima que más o menos entre 35 y 38 años, eso comparado con las cifras de hace 10 años, que era de 20 a 25 años, lo que quiere decir es que la calidad del tratamiento mejora, los años de vida se incrementan.

¿Y cómo es la calidad de vida de los pacientes con tratamiento?
- Excelente, al punto que hoy estamos en Estados Unidos aprendiendo algo nuevo, como tratar a los adultos mayores de 65 años, porque no sabíamos, por qué todos se morían antes, como hoy tienen los medicamentos sobreviven, tienen 65 ó 70 años.

¿En Costa Rica quienes se infectan más?
- Costa Rica es un pais absolutamente joven, más del 50% de la población está entre los 20 y los 44 años; sin embargo, la mayor cantidad de gente que se infecta está en esos rangos de edad. Es la gente joven la que se está infectando.

¿Una persona con sida puede llevar una vida normal, igual que un diabético, por ejemplo?
- Hasta mejor, puede tener familia, puede engendrar hijos con una muy baja probabilidad de que salgan infectados casi de cero si está con tratamiento.

¿Un infectado puede tener relaciones sin contagiar la enfermedad?
- Hay parejas discordantes, un portador del sida y otro no. Una pareja infectada puede tener relaciones sexuales con una no infectada sin problema, utilizando condón para mayor seguridad, y cuando quieren engendrar pueden fertilizar, escogen su semen, se matan los virus y fertiliza a la esposa de tal modo que sigue siendo el padre biológico. Y en sitios donde no está ese recurso, cuando la gente está bien tratada y el número de virus en la sangre es indetectable, el riesgo de transmisión es muy bajo. Uno puede tener una vida absolutamente normal, siendo una persona que vive con VIH.

¿Cómo prevenir el contagio?
- Conocimiento es lo primero, información, saber que existe la enfermedad y que puede prevenirse, para ello el método más barato es el condón. La información de pareja, para que el compañero con el que va a tener relaciones sepa que el otro es portador o no. Y la tercer forma es la abstinencia. Hay dos momentos en que una persona es altamente transmisora de la infección: en los primeros seis meses de la infección y en los últimos 18 meses de vida, porque es cuando hay la mayor cantidad de virus circulante en el organismo, por eso hacer el diagnostico es una manera eficiente de prevenir la transmisión.

¿Una persona debe decir que tiene sida?
- La decisión de contar o no es muy personal, y debería ser así, si tienes cáncer de seno no dices cuando te presentas me llamo fulano de tal y tengo cáncer de seno, eso es personal. Es lo mismo. Contar o no, no es importante, a menos que tenga planeado tener actividad sexual con esa persona.

¿Cómo se contagia más fácilmente la enfermedad?
- Cuando se da sexo anal, y el que más se afecta es quien lo recibe, más que el que lo da. Si decide hacerse, se debe tener un sexo anal cuidadoso con condón y suficiente lubricación, porque el problema es que el ano no está diseñado para que le metan nada, no lubrica como la vagina, cuando hay esa acción se genera trauma porque el pene produce daño en la piel, que son pequeñas lesiones pero se rompe la barrera mecánica, y por más pequeño que sea el huequito, pasa el virus.

¿Requiere alimentación especial o artículos separados?
- No. Es lo mismo que cualquier otra enfermedad crónica, la persona que se trata puede tener una vida totalmente normal, puede comer en el mismo plato, con la misma cuchara que el resto de la familia o los compañeros del trabajo, pueden jugar, ir a la playa, asolearse, compartir el mismo sanitario.

¿Qué hacer para que se elimine el estigma?
- La gran mayoría de gente no se infecta porque quiere, se infecta porque se expone a un riesgo desconocido. Y no se les debe llamar a los que viven con el VIH los infectados, porque la connotación es muy diferente. Eso crea un estigma y un rechazo, pero sí se le dice una persona que vive con el virus es más respetuoso de la dignidad humana y ayuda a vencer ese gran estigma que hay.

¿Qué lo motivó a estudiar el sida?
- Dos cosas, vivía en Estados Unidos donde había muchos latinos infectados que vivían en el peor de los mundos, pobres, homosexuales, prostitutas e infectados, sin trabajo y rechazados, para ellos era vivir en un infierno. Esa fue una de mis motivaciones y, como soy infectologo, la gran cantidad y variedad de infecciones que tenían fue una gran escuela para mí. No fue que yo los ayudé a ellos, sino que ellos me ayudaron a mi. De lo que hablo y sé es por ellos y tengo una gran deuda con ellos.

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